Altri "no consumirá agua" en su planta de Palas y la devolverá más limpia al medio, asegura directivo

Hasta el próximo 17 de abril se pueden presentar las alegaciones contra el proyecto de Altri para instalar una gran factoría en Palas de Rei, una propuesta que ha despertado una gran oposición pero también la voz de muchos valedores que invitan a que iniciativas industriales de este calado se instalen en Galicia, pese a las muchas y crecientes dudas en torno a esta planta que ha sido censurada por el impacto medioambiental que su actividad puede provocar sobre la comarca da Ulloa y más allá, con efectos hipotéticos sobre la ría de Arousa y su economía pesquera y marisquera. 

No obstante, la empresa sigue ofreciendo una imagen de tranquilidad total, pese a que las presiones de los vecinos la llevaron a cancelar el programa de charlas explicativas en la zona después de los escraches que se sucedieron en las primeras reuniones. Bruno Dapena, director del Proyecto GAMA de Altri, concedió una entrevista en la Radio Galega en la que defendió que la planta no solo es viable, sino que sus condiciones "están muy por encima de los estándares de la legislación ambiental en Galicia, que es muy garantista".

EUCALIPTO, PERO "MADERA GALLEGA"

El proyecto para fabricar fibras textiles con madera de eucalipto -un aspecto que preocupa y mucho a ecologistas y vecinos por el temor a que esto motive un aumento de plantaciones de esta especie invasora- tiene como fin la producción de pasta soluble para la industria textil y la producción de lyocell a partir de esa misma pasta para su venta tanto en Galicia como a nivel internacional. 

Se trataría, según la propuesta, de una iniciativa "pionera" y única en el mundo en su clase. "Hace falta resaltar que para esta pasta soluble, aunque su componente, la materia prima fundamental, es madera de eucalipto, se somete a un proceso diferente al de la pasta papelera. El uso final no es pasta papelera, sino pasta soluble, que su objeto final es fabricar también fibras textiles. Los procesos son distintos a los de la pasta papelera y también los impactos", justifica Dapena, al tiempo que apostilla que esta materia prima es "madera gallega certificada, de proximidad", lo que incentivará a los productores a venderla a Altri para ahorrar costes, aunque la compañía lusa no avanza si mejorará el precio de compra. 

En esa línea, despacha los argumentos de los grupos medioambientalistas ante la amenaza de una "eucaliptización" de Lugo y más concretamente de la Ulloa, una "preocupación que puede tener la gente". "La madera que hoy se cultiva en Galicia es suficiente para abastecer este proceso", argumenta Dapena, echando mano de "estudios" e "inventarios" en los que sustenta esta tesis. 

"Consumiremos aproximadamente 1,2 millones de metros cúbicos de madera al año. Se estima que actualmente una cantidad de 1,2 millones de metros cúbicos al año que se producen en Galicia son vendidos fuera de nuestras fronteras porque no existe mercado, con lo cual es madera que hoy existe, que está comercializándose fuera y que no va a implicar el desarrollo de nuevas superficies de producción de eucalipto", razona. 

SIN IMPACTO NI EN LAS AGUAS NI EN LAS EMISIONES

Cuestionado sobre la oposición vecinal, Dapena achaca el movimiento a la "desinformación" y detalla que las charlas "no se pudieron desarrollar con normalidad", aunque el plan de la compañía es "seguir informando a la población y los vecinos sobre en qué consiste el proyecto y las inquietudes que puedan tener". 

A renglón seguido, recalca que este es un momento en el que la propuesta está en proceso de "información pública y se detallan todos los procesos, los posibles impactos y los tratamientos", a la vez que insiste en que Galicia es especialmente celosa en aspectos como las emisiones -que expulsarán desde una chimenea de 75 metros de altura a solo dos kilómetros de un ramal del Camino de Santiago- y el tratamiento de las aguas.

Las de Altri, dice, "son tecnologías limpias, que van más allá de lo que exige estrictamente la ley, tanto las emisiones gaseosas como el agua tratada que se devuelve al río, está monitorizada las 24 horas del día, los siete días de la semana por las autoridades que monitorizan el estricto cumplimiento". La firma portuguesa se muestra confiada en que la propuesta obtenga la luz verde, pese a que si se establece en Palas consumirá cada día 46.000 metros cúbicos de agua.

"En Altri decimos que no consumimos agua en el proceso", contrapone Dapena. "Usamos el agua. Captamos el agua del río usada en el proceso productivo y después es tratada y devuelta al río en características similares e, incluso en algunos parámetros, mejor de lo que fue captada. Y se devuelve al río agua arriba de donde fue captada, con lo cuál es una señal de que es un agua totalmente limpia porque la volvemos a captar para el proceso", resuelve.

"No va a tener ningún impacto ni en las aguas ni en las emisiones atmosféricas. Todas las actividades que se desarrollan actualmente en la comarca van a poder seguir desarrollándose de manera completamente normal", reitera Dapena, llevando el foco a los más de 2.000 puestos de empleo tanto directos como indirectos que generará esta industria en la zona, además de los 4.000 que traerá consigo la construcción de la infraestructura. 

Todo esto, eso sí, está pendiente de una serie de requisitos, si bien, admiten desde Altri, todo dependerá de lo que diga Europa y de si financiará con fondos Next Generation esta iniciativa, para la que aspiran a obtener 250 millones de euros, además de las ayudas comunitarias a las que pueden optar. "Estamos trabajando intensamente con todas las administraciones para que lleguen a buen puerto. Estamos ahora mismo en el proceso de tramitación", zanja Dapena.