Nueva música gallega: grupos sin complejos en todos los estilos

Los años noventa en Galicia musicalmente vieron aparecer grupos que, en un sentido u otro, deseaban darle “vidilla” al panorama rítmico imperante en aquel momento. Aparecieron grupos de rock, heavy, punk y hardcore que supusieron un revulsivo para que se pudiera oír música en gallego sin estar siempre ligada al folk o a la música tradicional. Algo de culpa tuvo el 'Xabarín Club' de la TVG donde sonaban bandas como 'O Caimán do Río Tea' y 'Os Papaqueixos', pero también otros grupos fuera de ese circuíto abrieron paso a ritmos escasamente explorados hasta ese momento como lo fueron 'Zenzar' o 'Skornabois'. Si bien tenían diferentes gustos o estilos, todos ellos compartían cantar en gallego ritmos de música que pocos años antes parecían alejados de lo que no fuese 'pandereta y gaita'. Hoy en día, tres décadas después, nuevas agrupaciones como 'The Rapants', 'Terbutalina', 'Grande Amore' y más, están creando la nueva banda sonora de la música en gallego y todo gracias, en parte, a las nuevas tecnologías que han permitido su difusión y, lo más importante, la pérdida del miedo escénico fuera del Noroeste.
 

NUEVOS ESTILOS

Un paso importante para la aparición de nuevos grupos con nuevos sonidos a principios del siglo XXI fue la mayor cultura musical de las generaciones que por aquel entonces cumplían sus dieciocho o empezaban sus veite. “Hasta 2007 no hicimos algo serio, antes hacíamos reuniones, tocábamos y hablábamos de nuestros gustos” describe Samuel Solleiro, de 'Ataque Escampe'. “Jugábamos con el eclecticismo, mezclábamos ritmos, nos influía algo el género de moda llamado 'americana' y el soul”.

“Tenemos muchos referentes en nuestro estilo, desde la 'americana' hasta los nuevos trabajos que poseen un ruido más sucio, más rock'n'roll, más fuerza” dice Martinho Suárez de 'Somos Grampoder'. “No sé si hemos conectado con un público amplio pero sí veo que la gente conecta más por el sonido que ofrecemos que por el idioma en que cantamos” dice Nuno Pico de 'Grande Amore'. “En realidad creo que es más por movernos dentro de un circuito underground”.

“Si nos preguntan por el género que tocamos podemos clasificarlos como 'art-pop' y elementos personales” señala Solleiro. En ese sentido recuerda que la mezcla de sonidos en 'Ataque Escampe' ha bebido de fuentes tan diversas como el funk, la música negra y sonidos como los de 'Talking Heads' entre otros muchos. “También tuvimos una época en la que escuchábamos mucha música latina y eso nos ayudó a sumar ritmos como el merengue o la bachata en nuestros temas”.

'Grande Amore' por su parte ha roto ciertas barreras como lo han hecho otros grupos mezclando diversos sonidos, pero, ¿realmente esto ha sido fundamental en eliminar el miedo a hacer música en gallego y salir fuera de Galicia? “No lo sé, creo que más bien es un cambio en los gustos de la gente, creo que cantar en gallego puede ser para ciertos públicos como oír cantar en inglés sin entender, lo que atrae es el sonido”.

¿Y SE PUEDE VIVIR DE LA MÚSICA?

Una vez que se superan algunas barreras en la música, los grupos pueden profesionalizarse o quedar en proyectos. La pregunta que surge es si, hoy por hoy, ¿se puede vivir de crear música en gallego? “Somos semiprofesionales, cada uno tiene su trabajo y después tenemos el grupo pero realmente no vivimos de él, aunque sí manejamos caché” dice Solleiro. Sobre si se puede vivir o no de la música en lengua vernácula: “existe el concepto de 'petarlo' inmediatamente o fracasar, parece que no puede haber un término medio, por eso puede haber proyectos que durante dos años 'lo peten' y después nada”.

Marcos Paino tocó en grupos y compuso bandas sonoras para productoras cinematográficas y para programas de TV. Aunque hoy en día ya no se dedica al mundo de la música, destaca que la clave para llegar a un cierto éxito es el directo. “Creo que ya no hay discográficas sino productoras que gestionan el directo de los grupos y es ahí donde se gana dinero hoy por hoy”. Sobre la cuestión de vivir profesionalmente lo primero que señala es la pérdida de complejos en cuanto a la lengua y después “a la formación musical de mucha gente, hoy en día las nuevas tecnologías ayudan mucho, tener un cuarto, un ordenador y un micro parece suficiente para crear música”.

“Hay un punto en contra y es el déficit de público para los grupos que hacen música en gallego pero, realmente, no sé quién puede vivir hoy en día de la música” señala Martinho Suárez. 

Actualmente la música creada en gallego ha tocado todos los palos. Las bandas, grupos y cantantes en solitario se abren paso de una forma que no se imaginaban sus compañeros y compañeras de hace veinte años. Y es que el recoger todos los estilos posibles, el sonar en diferentes ritmos ha permitido ampliar horizontes a artistas gallegos y gallegas.