Conmoción en Lugo por la detención de Ben McLemore, del Breogán, por violación y abuso sexual

Tiempos de zozobra en el Pazo dos Deportes de Lugo, donde el Breogán, que parecía haber enderezado el rumbo con dos victorias capitales en los últimos cuatro partidos que le valieron para salir del pozo, tiene ahora que atender temas más allá del plano deportivo. Asuntos penosos y desagradables como son la detención de una de sus estrellas, el escolta Ben McLemore, en su día una de las grandes promesas del baloncesto estadounidense y que ahora ocupa titulares tras haber sido detenido en su país, acusado de violación y otros delitos sexuales.

ESTRELLA SIN MUCHO BRILLO

El ex de Kansas aterrizó en la NBA con el número 7 del Draft por los Sacramento Kings. Aunque sus años en California no fueron del todo malos, nunca llegó a asentarse como un jugador fundamental. En su periplo vistió las camisetas de Grizzlies, Rockets, Lakers y Blazers antes de salir de la gran liga y dar el salto primero a China y luego a Europa, a las filas del AEK antes de llegar a finales de 2023 a Lugo. 

Desde su entrada en el equipo lucense se convirtió en un jugador importante con buenos números: 13,7 puntos de media, más de 25 minutos por partido, 9 de valoración... Ahora su vida fuera del ámbito deportivo ha empañado su buen concurso en la Liga ACB y puede poner fin a su carrera.

DETENCIÓN Y GRESCA EN LUGO

El escolta se desplazó a Estados Unidos para resolver un asunto legal, pero posteriormente fue detenido en Oregón acusado de violación en primer grado y acusado de varios delitos sexuales que datan de su etapa en Portland. El jugador se encontraría ya en prisión y la pena máxima por sus delitos podría ascender a 25 años de cadena, según algunas informaciones. 

Lo último que se sabe de McLemore, según ha publicado esta mañana El Progreso, es que ha pagado su fianza para su posterior puesta en libertado provisional y que incluso podría regresar a Lugo. Su comparecencia en Portland queda fijada para el próximo 1 de julio.

Desde el Breo manifestaron en primer lugar que no tenían constancia de su detención y que esperaba su regreso para este mismo jueves. En cualquier caso, no es la primera vez que McLemore tiene encontronazos con la ley, algo que conocen bien en la ciudad amurallada, donde hace poco trató de ponerse al volante de su vehículo con evidentes signos de embriaguez. Agentes de la Policía Local le advirtieron de que no podía conducir y el norteamericano se negó a someterse al control de alcoholemia, de una manera violenta y llegando a golpear la mano de uno de los agentes.