¿38€ de gastos de gestión por una entrada de Robbie Williams? Usuarios denuncian una "estafa" y las promotoras callan

Tarifas desproporcionadas y arbitrarias que condicionan el precio final de una entrada. Esa es la desagradable sorpresa que se encuentran muchos usuarios en webs de festivales, promotoras o ticketing y que denuncian los consumidores. 

FACUA-Consumidores en Acción y la Federación de Consumidores y Usuarios CECU tratan de resolver para Galiciapress el entramado que envuelve a estos gastos, que no siempre se pueden justificar y que trae de cabeza al público. 

En estas fechas es habitual que muchos amantes de la música se sienten delante del ordenador a una fecha y hora concreta para ser los primeros en comprar las entradas del festival de turno. Los grandes eventos musicales de 2023 han empezado a vender sus abones y tickets para su próxima edición y solo los más rápidos podrán tener asiento para una cita única. Tal vez vaya nuestro artista favorito y no podemos perdérnoslo. Por eso estamos refrescando la página y aguardando pacientemente la cola virtual para comprar una entrada. Y cuando por fin estamos a un solo click de adquirirla vemos que el precio que nos habían prometido nada tiene que ver con el precio final. Tal vez se incremente en 8, 10 o 20 euros. "¿Y esto por qué?", nos preguntamos. Solo una respuesta, en letras pequeñas y breves: gastos de gestión.

Los gastos de gestión son una desagradable sorpresa para muchos consumidores que ven crecer el precio de las entradas y que no terminan de comprender qué es ese gasto y por qué se cobra de una forma tan desigual y, en muchas ocasiones, arbitraria. ¿Qué motiva que un concierto como el Robbie Williams, Martin Garrix, Hombres G e Iván Ferreiro en el Monte do Gozo el próximo 8 de julio tenga dos categorías de entradas, disponibles a partir de 72 euros en el caso de las "normales" y de 290 euros para las VIP, pero dos precios de gastos de gestión distintos según el tipo de entrada? 

Las primeras suben hasta los 81,50 euros, ya que hay que sumar 9,50 euros de gastos de gestión, mientras que las VIP tienen un precio final de 328,50 euros, al añadir los 38,50 euros de gastos de gestión correspondientes. ¿Es acaso la gestión distinta de una entrada a otra? Este diario trató, si éxito, de conseguir respuestas contactando con Live Nation y Sweet Nocturna, organizadores de la cita en Santiago de Compostela. Hasta la fecha, y pese a los requerimientos, las promotoras no se han pronunciado sobre esta cuestión. 

Quien sí se ha pronunciado es el público, por este y por otros grandes eventos que no explican de dónde se sacan esos precios que disparan las entradas y que nada pueden hacer por sortear. "Estafa", "timo", "atraco", "sablazo"...son muchos los vocablos que acompañan a "gastos de gestión" en las quejas de los usuarios en redes sociales. De igual manera, muchos preguntan qué es lo que se gestiona, cuando es el espectador el que realiza todo el proceso a través de su ordenador o su teléfono y es él el encargado de imprimir el documento. Enviar la entrada es la única función que no realizan. 
 

¿QUÉ ESCONDE EL GASTO DE GESTIÓN?

También tienen algo que decir al respecto las organizaciones en defensa de los consumidores. Rubén Sánchez, secretario general de FACUA-Consumidores en Acción, explica para Galiciapress que, para el entender de la plataforma, “el gasto de gestión en sí mismo no tendría que ser admitido nunca”. “Es como si te cobraran también gastos de limpieza, por colocar las sillas, gastos de cada detalle de acciones que implique la celebración de un evento”, consideran, por lo que los gastos de gestión por la venta de las entradas serían uno de los muchos gastos que se podrían desglosar dentro del propio evento.

En términos idénticos se expresan desde la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, que trasladan a este medio su “más absoluto rechazo” a este tipo de prácticas “que hacen que el precio, ya de por sí elevado de la entrada, se incremente exponencialmente con esos gastos de gestión”. Gastos que, por otro lado, no siempre se devuelven durante el rembolso en caso de que se cancele el evento, lo que motivó la denuncia a festivales como el Mad Cool. 
 

“Esos costes son totalmente desproporcionados si se tiene en cuenta lo que se cubre con la entrada y lo que se cubre con los gastos de gestión”, agregan desde la Confederación. El sueldo de los artistas, de los técnicos, del personal de limpieza, del equipo de seguridad…todo eso va dentro del precio de la entrada, mientras que con los cacareados gastos de gestión “se está pagando únicamente el hecho de la venta propiamente dicha, esto es, poner una página web en la que entra la persona consumidora, aceptar los pagos y emitir la entrada mediante email”.

“En cualquier caso, si se desglosan y la administración permitiese su cobro aparte, ¿por qué tienen un gasto de 5, de 10, de 40 o de 1 millón de euros? No tiene ningún sentido. Hay que justificar el gasto y argumentar que el protocolo de venta de entradas implica que cada entrada representa un coste de tanto dinero por venderte la entrada. Y lo tendrían que demostrar”, razona Sánchez, que alega que si ese fuese un “gasto real” el valor sería “ínfimo” y nunca “de 30 o 40 euros” y “nunca distinto entre entradas de una u otra categoría”. 
 

“LA GESTIÓN POR UNA ENTRADA NORMAL Y UNA VIP ES LA MISMA”

Pero, ¿cómo se demuestra ese coste? El hecho de que los gastos de gestión sean diametralmente distintos si comparamos la venta de una entrada normal y la de una entrada VIP son el mejor ejemplo para FACUA de que estos gastos son en muchas ocasiones arbitrarios. 
 

“¿Cómo puede representar un gasto de gestión de 38,50 euros la entrada VIP y el de una entrada normal otro precio distinto? El gasto de gestión de la venta de la entrada siempre es el mismo, sea cual sea la entrada, porque es un trabajo de gestionar que te vendan la entrada, el protocolo de que alguien imprima una entrada con un número, lo entregue y se gestione el cobro, o que lo haga una máquina”, apuntan desde FACUA.
 

“El problema es que, legalmente, opera la libertad de precios y no existe norma que impida que se cobre lo que se considere. Únicamente se exige a la empresa vendedora que de información adecuada durante el proceso de compra para que la persona consumidora sea consciente del precio y pueda valorar si lo abona o no y que se cobre por un servicio realmente prestado”, aseveran desde CECU, a donde ya han llegado reclamaciones de consumidores denunciando que no se les informa correctamente del precio de la gestión, si bien “no es lo habitual”. 

Algunas de las denuncias más comunes a las que se enfrentan en la CECU están relacionadas con la cancelación de eventos, la modificación de los carteles, la emisión de entradas falsas y el cobro “exagerado” de comisiones de gestión. El promotor y la empresa encargada de la venta de entradas son los dos actores principales de este proceso. El promotor es el encargado de la organización del evento, la contratación del artista, conseguir las licencias, etc. El promotor “puede vender las entradas directamente o puede externalizar el servicio, encomendándoselo a una empresa de ticketing”. 

“Si el promotor gestiona directamente la venta, suele incluir el importe de esta gestión en el precio global de la entrada. Si por el contrario encomienda la gestión a un tercero, suele diferenciarse el precio de la entrada por un lado y el coste de la gestión que cobrará esa empresa por el otro. Debemos destacar que de un tiempo a esta parte, es muy habitual la externalización del servicio de venta de entradas dando lugar a problemas como el que ahora estamos analizando”, reprochan. 
 

¿UN SECTOR ORGANIZADO?

El mundillo de la venta de entradas no es especialmente amplio, a juicio de CECU. “Solo hay un puñado de empresas que hacen el ticketing de todos los eventos. Si se demostrara que hay acuerdos entre ellas para fijar esos precios tan elevados, estaríamos ante un cártel que se prohíbe expresamente por la ley por atentar contra la libre competencia”, reflexionan, si bien son conscientes que demostrar ese supuesto es “muy complicado”, por lo que los consumidores “se encuentran desamparadas” en este sentido y no les queda más remedio que asumir el precio que fijan los promotores. 

Para tratar de desmontar este sistema, desde FACUA invitan a los consumidores a “presentar una denuncia ante la autoridad de Consumo autonómica y argumentar que están cobrando un coste extra por un servicio totalmente inventado o inflado”, ya que en su opinión esa práctica “vulnera la normativa de protección al consumidor”. Desde CECU, en cambio, llevan la pelota al tejado de las autoridades, para que formulen “una legislación en la que se imponga un límite máximo al precio que pudiera ser un porcentaje del precio de la entrada” y “que se investigue si puede haber prácticas contrarias a la competencia por pactar los precios entre las empresas del sector”.