¿Ayuda o postureo? Voluntarios se quejan de las "fotos busca likes" en las recogidas de pellets en las playas
La oleada voluntarios por la crisis medioambiental que ha provocado el vertido de pellets en los arenales gallegos es similar a la del movimiento 'Nunca máis' durante la crisis del Prestige. Sin embargo, la influencia de las redes sociales y el desconocimiento está empañando la labor de cientos de personas.
Al ver las playas llenas de esas pequeñas bolitas semitransparentes de microplásticos muchos dejaron de lado su tiempo de descanso en Navidad para acudir a los arenales a echar una mano. Cientos y cientos de voluntarios repartidos por toda Galicia, desde A Mariña lucense hasta las Rías Baixas acudieron a las playas con no muchos medios pero con la mejor de las intenciones. Sin embargo, algunos también se acercaron, cámara en mano, para sacar la foto del desastre y ganar unos cuantos likes en redes, sin mucha más intención de ayudar a limpiar el entorno. La oleada de solidaridad, comparable a la vivida hace dos décadas con la crisis del Prestige, se ve reducida en ocasiones a un simple post en internet y a un daño en el entorno tan reseñable como el que están provocando las bolitas contaminantes.
CUIDADO CON EL ENTORNO
Así, muchos usuarios critican que en Instagram se han hecho muy populares las historias de personas que visitan las playas para "sacarse la foto" y ayudar lo mínimo. Las "influs" y otros perfiles han inundado las redes de vídeos hablando del desastre mediomabiental que supone este acontecimiento, pero, y si bien esto puede ser ser en ocasiones pedagógico, la llamada a los voluntarios puede ser, incluso, contraproducente.
Canalizar las cientos de personas que se han ofrecido voluntarias para la limpieza, como ocurrió con el movimiento 'Nunca maís', es uno de los retos a los que se enfrentan las administraciones. "A veces, si somos mucha gente en la playa, igual se puede hacer más mal que bien", dijo esta mañana el conselleiro do Mar, Alfonso Villares. En ese sentido, el gobierno autonómico, que responsabilizó a los concellos de la limpieza de los arenales al tratarse de una competencia municipal, incide en que la actuación de los voluntarias debe ser "controlada, organizada y con 'sentidiño'", ya que algunos espacios pertenecen a ecosistemas muy delicados.
MATERIALES PARA LA RETIRADA DE LOS PELLETS
Al tiempo, se recomienda ir provistos de rastrillos, cubos, tamices o redes para poder recoger el material, que no debe pisarse o enterrarse, y dejar en la arena las algas, conchas o demás elementos orgánicos que son beneficiosos para el ecosistema, así como seguir todas las indicaciones de las señales provistas en algunas zonas y no entrar en espacios protegidos.
Además, se insiste en el uso de guantes por seguridad ya que, por ahora, se desconoce la composición y la toxicidad de los pellets, y no tirar el material recogido en cualquier contenedor, sino depositarlos en los lugares que establezca la administración local, ya que se tratan de residuos industriales, por lo que tienen que tratarse y disponerse en contenedores especiales.
"LOS DE TRAJE" EN LA PLAYA
Sin embargo, los voluntarios también dirigen sus dardos a la Xunta y el personal de Tragsa, a los que acusan de no poner todos los medios para la limpieza de la costas. Desde la cuenta de @lixo.atelier, que han participado en las labores de limpieza, relataron como el pasado 6 de enero algunos técnicos de la Xunta "bajaron a la playa con la televisión con sus chalecos, hicieron un poco el paripé y volvieron a subir".
"Ahí está la peña que viene a sacarse la foto", denunciaban desde la cuenta, que sin embargo exculpaba a "los trabajadores de no estar trabajando, porque ellos tampoco tienen medios". "Llegamos por la tarde y están estos y sus jefes, que tienen las manos en los bolsillos, porque las tienen en los bolsillos, o se olvidaron de los guantes o...no sé", critican desde el perfil, donde señalan a "los de traje".
Los técnicos, que aparentemente solo se encargron de recoger los sacos enteros de pellets -"Se los llevaron con arenas, con conchas, con argazo...con todo", denuncian-, preguntaron a los voluntarios cuál era el método que estaban empleando para recoger los microplásticos, algo que los voluntarios explicaron con una demostración: "Parece que les gustó. Igual hasta lo patentan".
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