Voluntarios empiezan a crear cortafuegos con castaños en Lousame

"Comunidades Activas e Paisaxes Resilientes" inicia trabajos para movilizar a más de medio millar de voluntarios hasta 2025.

Este mes marca el inicio de las actividades voluntarias del proyecto CAPRIF-CC, una iniciativa liderada por la Fundación Juana de Vega, la Fundación CEER, CETEMAS, Montescola y la Asociación Galega de Custodia do Territorio. Respaldado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU, este proyecto tiene como objetivo transformar los territorios frente a las amenazas de incendios forestales y cambio climático.

Las primeras acciones voluntarias tuvieron lugar en el Área Conservada por la Comunidad de Froxán, en Lousame (A Coruña), reconocida por el Programa de la ONU para el Ambiente desde 2017. Este domingo, 40 participantes de todas las edades plantaron aproximadamente 30 castaños como parte de la experiencia piloto de 'cortalumes verdes'. Estas infraestructuras forestales incorporan especies resistentes al fuego, creando espacios resilientes con mayor biodiversidad y posibilidades de uso multifuncional.

La jornada del domingo, diseñada especialmente para niños y sus familias, contó con la presencia de una 'trasna' y una 'bruxa', que ayudaron a concienciar sobre la importancia de cuidar nuestros bosques. La siguiente intervención, abierta a todos los públicos, incluirá un taller práctico de poda forestal. Se tienen planeadas 20 jornadas similares hasta finales de 2025 en diversas montañas, como Ancares, O Courel, Laza, Negueira de Muñiz, Cangas de Narcea y Tineo.

Además de las actividades de voluntariado, el proyecto CAPRIF-CC establecerá una red de 'Living Labs' para llevar a cabo diversas actividades de innovación abierta, formación y co-creación, buscando la dinamización económica en el ámbito forestal y promoviendo usos multifuncionales. También se desarrollará un mapa de talento y un atlas de buenas prácticas para destacar y difundir experiencias de conservación comunitaria y métodos de gestión positivos en términos de fomentar territorios resilientes y biodiversos.

¿Por qué los castaños arden menos?

Los castaños son conocidos por arder menos en comparación con algunas otras especies forestales debido a su composición química y características físicas. La corteza gruesa y resistente de los castaños actúa como una barrera protectora contra el fuego, disminuyendo la probabilidad de que las llamas penetren en el interior del tronco. Además, la madera de castaño tiende a tener una menor densidad y contenido de resina en comparación con otras especies, lo que contribuye a una combustión más lenta.

Estas propiedades hacen que los castaños sean menos inflamables y más resistentes al fuego. Por esta razón, en proyectos como el mencionado 'cortalumes verdes', se opta por la plantación de especies como el castaño para crear áreas forestales más resistentes a los incendios.