El PPdeG sigue siendo el favorito de los gallegos y la izquierda, salvo el BNG, fracasa
¿Seguirá Besteiro al frente del PSdeG? ¿Acertó Pontón al alimentar tanto las expectativas de un cambio de Gobierno? ¿El diputado de DO puede acabar saliéndole muy caro a Jácome? Galiciapress analiza estas y otras cuestiones en esta crónica electoral de las elecciones gallegas. Un 18F con un vencedor sólido, Rueda (PP); dos líderes que en teoría salen reforzados, Pontón (BNG) y Jácome (DO) y un fracaso que pone en cuestión el liderazgo en tres fuerzas de izquierda, es de Besteiro (PSdeG), Lois (Sumar) y Faraldo (Podemos).
El PPdeG sigue siendo el partido favorito y la izquierda gallega fracasa.. Este es el titular de esta noche pero también serviría de titular para 8 de las 11 elecciones autonómicas de la historia democrática de Galicia. Para las 10 de las 11, si consideramos al PP como heredero de UCD y Alianza Popular.
“El Partido Popular es el partido que más se parece a los gallegos”, proclaman una y otra vez los dirigentes conservadores.La izquierda rebate indignada, como si fuera una ofensa, este argumento pero los números de la serie histórica y los datos de hoy los avalan.
Y eso que estos comicios no le han resultado especialmente fáciles a los de Alfonso Rueda, al contrario. Empezaron con un problema medioambiental - los pellets del Toconao que Xunta y Moncloa ignoraron y que oposición blandió como si fueran un Prestige- y siguió con la confesión de Feijóo de sus proposiciones a Puigdemont.
Además, el PPdeG llegaba al 18F con una china en el zapato. Democracia Ourensana, como pronosticó Galiciapress el mismo día que Gonzalo Pérez Jácome anunció que competiría, entra en el Parlamento de Galicia.
Los localistas le han restado, como era previsto, votos tanto al PP, que estuvo a punto de perder un escaño en esa provincia, pero sobre todo al PSOE, que pasaría de 3 a 1 solo representante por Ourense.
De fracaso sin paliativos puede tildarse el resultado socialista. El PSdeG rescató a José Ramón Gómez Besteiro tras pasarse lustros apartado de la política por imputaciones de corrupción con la esperanza de que el efecto Pedro Sánchez llegase a Galicia.
No solo no lo han conseguido, sino que el socialismo gallego cosecha los peores resultados de su historia, solo 9 diputados cuando se escriben estas líneas, con el 90% escrutado. Son cinco menos que los cosechados por las listas de Gonzalo Caballero hace cuatro años.
Aquellos números sirvieron para que el aparato del partido se cobrara la cabeza del vigués. Está por ver qué sucede con la del lucense, quizá pronto sea llamado a Madrid por su patrón, Pedro Sánchez. Esto abriría las puertas para que Lara Méndez. que sorprendentemente renunció a la alcaldía de Lugo para combatir en una batalla autonómica que se antojaba difícil, sea la primera mujer al frente del socialismo gallego.
La alineación de la oposición estaría así liderada por mujeres, ya que nadie plantea un relevo en el Bloque tras los históricos resultados cosechados por Ana Pontón. El Bloque no solo sube de manera importante en escaños, 6 a la hora de escribir estas líneas, sino que supera su marca histórica, los 19 que la propia Pontón consiguió hace cuatro años.
Todo un espaldarazo a su gestión, con una cara más amable del Bloque, que le ha permitido tender puentes y lograr que Xosé Manuel Beiras (ANOVA) participe en la campaña. Lo previsible, así las cosas, es que ANOVA acabe volviendo a la casa común del nacionalismo.
Con todo, la noche electoral en A Nave de Vidán no ha sido toda de sonrisas. Y es que Pontón y su equipo alimentaron las expectativas de un cambio hasta tal punto que entre sus huestes hay un sentimiento agridulce. No es para menos, ya que desde el principio del recuento el PPdeG mantuvo un colchón muy cómodo sobre el límite de 38. Empezó en unos 45 y se fue reduciendo hasta los 40 finales.
En política es clave la gestión de expectativas y las alimentadas por el Bloque estaban altísimas. No las han podido alcanzar finalmente como, por otra parte, era lo esperable de acuerdo a las encuestas. La euforia alimentada por los nacionalistas les ha servido eso sí, además de para batir su récord, para impedir que Sumar entre en el Parlamento de Galicia.
A la vista de los números casi todo el voto a la izquierda del PSOE se ha ido al Bloque. Sumar Galicia anda por los 27.000 votos y no llega al 2%. Podemos Galicia consiguió unos ridículos 4.000 (menos que el PACMA). En las anteriores elecciones, que ya fueron un desastre para los rupturistas, rondaron el 4%.
¿Le sorprende a alguien a estas alturas que el electorado de izquierda premie a las fuerzas que muestran un discurso unido e ilusionante y castigue a las que llegan a las vísperas de las elecciones discutiendo sobre quién ocupa qué puesto en las listas?
Además de Rueda y, en menor medida, Pontón, otro triunfador de la noche fue Gonzalo Pérez Jácome. Los localistas han sacado unos 15.000 votos, que son casi tantos como los 19.000 que lograron en las elecciones locales. Otra prueba más de que el atractivo de Jácome con su discurso hiperlocalista y antisistema no es flor de un día.
Con todo, el éxito de esta noche -es la primera vez que un partido no de izquierdas diferente al PP entra en el Parlamento desde 1989- se le puede acabar atragantando a Jácome. Su más estrecho colaborador, Armando Ojea, no tendrá la llave de la Xunta de Galicia. Su papel en el Parlamento de Galicia será irrelevante a la hora de las votaciones, aunque le servirá de altavoz de las supuesta discriminación que sufre esa provincia.
A cambio de este escaño, Jácome ve como el PP rompe amarras con él. Hace tiempo que no le aprueba nada en el Ayuntamiento, donde gobierna en minoría, y parece difícil que le vaya aprobar algo. A DO se le presenta otra legislatura muy complicada para sacar adelante algún gran proyecto. Además, es evidente que el PP y sus aliados mediáticos lo tienen en su punto de mira, pues supone una amenaza para la solidez del liderazgo conservador a nivel autonómico.
Y es que aunque Rueda sea el gran triunfador de la noche, tampoco en el PPdeG pueden tirar cohetes al aire. Tienen una mayoría cómoda, pero al fin y al cabo, han perdido dos diputados, uno en A Coruña y otro en Lugo. El registro de Rueda (40) es peor que los cosechados por Alberto Nuñez Feijóo, salvo en su primera mayoría (el ourensano obtuvo 38, 41, 41 y 42).
Había dudas en las huestes conservadoras sobre la capacidad de Rueda como candidato. Años a la sombra de Feijóo han contribuido a difundir una imagen de segundón. Él, consciente de ello, renunció a adelantar las gallegas para hacerlas coincidir con las generales.
Rueda buscó el foco, no quería seguir a la sombra de Feijóo. Por lo tanto, del 18F Rueda sale con el liderazgo reforzado. Y es que en democracia, los liderazgos se construyen en función de la voluntad libremente expresada por los ciudadanos en las urnas.
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