Pacientes de diálisis del CHUAC denuncian que se perderán la Navidad en familia por la negativa de la Gerencia a modificar las citas

La Navidad es, por norma general, un momento en el que todos damos más valor a las cosas. La familia, los amigos…las reuniones nos hacen valorar eso que la vida, por su ritmo frenético, a veces nos impide tener en suficiente consideración. Sin embargo, aspectos como la salud es bueno tenerlos presentes todo el año. Los pacientes que acuden a diálisis al Complejo Hospitalario de A Coruña (CHUAC) son muy conscientes de su importancia y estas fiestas, desgraciadamente, tendrán que pasarlas conectados a las máquinas, a diferencia de otros años. 

Las quejas de los usuarios de este servicio se han hecho virales después de que uno de los pacientes, Keko Iglesias, elevase una queja por la decisión de no modificar los turnos en el servicio para que los usuarios puedan estar en la comida de Navidad junto a sus familias. “Para muchos puede ser su última Navidad”, comenta Iglesias a Galiciapress, sabedor de que muchos de los que acuden a diálisis, donde la media de edad supera los 65 años, son personas mayores. 

UN CONFLICTO POR EL TRANSPORTE SANITARIO

Esta es una situación relativamente nueva porque, hasta hace bien poco, siembre hubo flexibilidad y “se modificaban los turnos para poder estar con la familia en estas fechas”. “Este año la excusa que nos dan es que el servicio de ambulancias no estaba de acuerdo con los cambios, que habían sido avisados demasiado tarde y que los turnos estaban fijados”, explica Iglesias, que mantuvo una reunión con el jefe de servicio de Nefrología, Miguel Pérez Fontán.

"Los cambios deben afectar tanto a la Unidad del propio Hospital como a las unidades satélites, al estar implicados los servicios de transporte sanitario. También estos se ha de tener en cuenta para los pacientes que no precisan transporte, que están supeditados a los que sí lo necesitan", explican desde el área sanitaria, que admiten que en el pasado se intentó siempre "ajustar los turnos de diálisis". 

En esta ocasión, y "tras mucha insistencia", no fue posible llegar a un acuerdo para hacer más flexible el servicio. "Lamentamos mucho esta decisión con la que, como pueden suponer, no estamos de acuerdo, al considerar que resultan ustedes perjudicados", agrega el escrito, donde también se abre la puerta a que algunos pacientes puedan ser "reubicados en otros turnos" si existe la posibilidad. "Desafortunadamente, la mayoría tendrán que ajustarse al turno habitual", afirman.
 

“POCA CALIDAD HUMANA”

“Si la Gerencia dice que se cambie se cambia. Lo garantizo”, sostiene Iglesias, ya que la dirección, en los cerca de 20 años que lleva asistiendo a diálisis, “siembre había cambiando los turnos en Navidad”, cosa que mudó años atrás por la decisión de un jefe de servicio que ya ni pertenece al hospital y que ahora se mantiene por la concesionaria del transporte sanitario.   

Para Iglesias, la justificación acercada no es suficiente y que son muchos los afectados por esta situación, que colateralmente a los sanitarios que les prestarán servicio, en gran medida por la “cabezonería” y el “orgullo” de la Gerencia. “Es un detalle feo y me parece de poca calidad humana, sabiendo que hay gente en esta situación, que mantengan esta postura y no se quieran mojar para evitar un enfrentamiento con la empresa de transporte”, reprocha.
 

De cualquier modo, este no es el primer problema que da el servicio de transporte. “Es tan pésimo, tan pésimo, que muchas veces algunos pacientes esperan una hora o dos por la ambulancia después del tratamiento”, denuncia Iglesias, que dice que a él le “encantaría” ir en ambulancia, “pero lo paso fatal”, por lo que tiene que recurrir a su vehículo particular. 
 

‘DONA VIDA’ 

Más allá del transporte, Iglesias no ha percibido otras deficiencias en lo relativo a falta de personal o medios técnicos para la atención de los pacientes que requieren diálisis. Sus experiencias y las de sus compañeros de fatigas están recogidas en el blog ‘Dona Vida’, donde relata la convivencia con esta enfermedad. “Escribo sobre y para los compañeros, e incluso escribí sobre la empresa de ambulancias, lo que despertó bastante interés. Lo leen, me dan la razón, pero nada más, nadie se moja”, censura.
 

Las publicaciones más alegres son las de las llamadas ‘sillas vacías’, las que dejan los trasplantados. Sin embargo, en ocasiones esas sillas se quedan huérfanas por motivos más tristes. “Llevo ya muchos años. Ahora no estoy en lista de espera porque antes tengo que someterme a una operación de vejiga”, explica Iglesias, que se enfrenta a la alegría y la pena de las sillas vacías. 

“Donar es un gesto altruista y de los más generosos del ser humano. Somos el país con más donaciones y trasplantes, aunque dentro de España hay comunidades con más y con menos donaciones. Con el blog intento dar visibilidad y que la gente se haga donante, que tomen conciencia”, razona Iglesias para todos aquellos que dudan sobre si deben hacerse donantes o no. La mejor manera de entender la importancia de la decisión es el lema que lleva por bandera: “Vive la vida y luego dona”.