"Las ambulancias de Vigo pararán si no les meten dinero ya", advierten sindicatos

La empresa encargada de atender cualquier urgencia médica en la ciudad más poblada de Galicia está en bancarrota. Ese es el análisis más rápido y certero que se puede hacer en estos momentos en el área sanitaria de Vigo, donde el contrato para el transporte urgente para Vigo, Cangas y Moaña está hoy en manos de la empresa Ambulancias do Atlántico, con el empresario Carlos Simón a los mandos, pero con un evidente problema económico que tiene al firma, dicen los sindicatos, en bancarrota. 260 familias están hoy pendientes de lo que ocurra en esta compañía, de la que a su vez dependen cientos de miles de personas, ya que cualquier urgencia debería ser atendida por unas ambulancias que, tal y como alertan los sindicatos, podrían no arrancar a mediados de semana.

"NO PODEMOS REPOSTAR"

La situación es tan grave que CIG, CC.OO. y USO solicitaron al SERGAS y al 061 adelantar la reunión prevista para hoy, pues las cuentas de Ambulancias do Atlántico "se encuentran prácticamente a cero", tal y como informaron los trabajadores de las oficionas, y todas las gasolineras "le retiraron el crédito a Carlos Simón", por lo que ya no pueden ni repostar.

Las previsiones son que a mediados de semana las ambulancias se quedarán secas y el servicio se paralizará por completo, mientras que el suministro de oxígeno para las ambulancias "está interrumpido", con las reservas que hay en los centros de trabajo y el que queda en las ambulancias como únicos recursos en estos momentos y sin poder estimar cuánto durará.

Con las gasolineras "que no quieren ni ver a Ambulancias do Altántico" y con proveedores denunciando no haber cobrado lo que se les adeuda, la viabilidad del servicio parece hoy imposible. Óscar Graña, representante de la CIG, explica que Sanidade mostró su compromiso de "retirar todos los contratos públicos a Ambulancias do Atlántico". 

"Pretenden ejecutar los avales depositados por la empresa y retener los pagos para que ese dinero se pueda emplear en el abono de salarios al personal trabajador, ya que aún no se pagó la totalidad de las nóminas y se ve peligrar el cobro de salarios de los próximos meses", reza el comunicado de los sindicatos, si bien Graña matiza que el camino puede ser algo más tortuoso y que el abono de esos salarios todavía se puede demorar en el tiempo. 

"Un tercio de los trabajadores no cobró la totalidad de la nómina de marzo", apunta Graña, al tiempo que manifiesta que el SERGAS no puede abonar directamentel el dinero retiro al personal sanitario, sino que tendría que hacerlo a través de la asignación del servicio a una nueva empresa de ambulancias, por lo que estaríamos hablando de un proceso largo y rocambolesco, porque podría darse una situación insólita: "El servicio urgente se encuentra hoy prorrogado en el final de la licitación. Hoy se abre el último sobre del trámite administrativo y la única empresa que se presentó fue Ambulancias do Atlántico. Puede darse de que se enfrenten a la necesidad de, pese a todo lo que ocurre, tener que concederle el servicio a la empresa para luego retirárselo". 

En cuanto al servicio programado, hoy está "prorrogado y pendiente en todo el país de que salga de nuevo a concurso". "Una de las soluciones pasaría por que la previsión de sacar a concurso este servicio programado se adelante", indica Graña. Queda por saber qué ocurrirá con Ambulancias do Atlántico en este servicio que sigue progrorrogado, si sus cuentas siguen a cero para el transporte urgente, lo que puede llevar a pensar que tampoco será quién de asumir el transporte programado. 

SI PARAN LAS AMBULANCIAS, ¿QUÉ OCURRIRÁ?

Lo que ocurre en estos momentos en el área viguesa es muy complejo porque, en primer lugar, el diálogo con Ambulancias do Atlántico es prácticamente nulo, por lo que tuvieron que ser los representantes de los trabajadores los que informaron a las autoridades sanitarias de lo que ocurría tanto en el urgente como en el transporte programado no urgente, del que es concesionaria en toda el área sanitaria de Vigo. 

"Si no hay movimientos por parte de la empresa, y con las estimaciones más optimistas, el miércoles no podrá circular ninguna ambulancia por falta de combustible y se paralizará todo el servicio, tanto urgente como programado", sentencian desde la CIG.

Ante este panorama, el 061 sigue garantizando el servicio "las 24 horas y los 365 díás del año" y tanto los sindicatos como el SERGAS aseguran que por el momento funciona con total normalidad. No obstante, los sindicatos subrayan que hoy no hay una solución definitiva encima de la mesa, y que todo depende de lo que pueda acercar el empresario a las cuentas. ¿Quién se hará cargo llegado el caso de que no puedan salir las ambulancias? La pregunta se queda en el aire sin una respuesta firme.

"No es ningún secreto: es la situación más grave y compleja a la que se ha enfrontado la Consellería de Sanidad desde que el transporte de servicio sanitario existe como tal", afirma Graña tras la reunión con el SERGAS y a la espera de saber qué ocurrirá el miércoles, cuando hay programado un nuevo encuentro entre las partes.

El compromiso de Sanidade de retirar los contratos tampoco resulta del todo satisfactoria a los sindicatos, ya que entienden que para esto sería preciso demostrar el incumplimiento de alguna de sus cláusulas, pues de no ser así podrían incurrir en un delito de prevaricación, por lo que piden conocer antes "la hoja de ruta" de cómo se llevará a cabo la retirada. 

"Las cuentas no están saneadas. Es una realidad. Pero mañana puede aparecer el empresario con dinero, vaya a saber de donde, aunque la situación en lo laboral seguiría siendo igual, pero a nivel administrativo cambiaría", razonan desde la CIG para explicar las dificultades que pueden impedir la retirada de los contratos. 

Por otra banda, cabe precisar que desde la CIG consideran que Ambulancias do Atlántico concurre a los concursos "de forma fraudulenta", pues presenta un Plan de Igualdad, necesario para estos trámites, "falsificado", como si fuese "un acuerdo con la representación de los trabajadores, lo cual es falso e invalidaría su registro, por lo que a nuestro entender concurre al concurso de forma fraudulenta". 

FUGA Y AMNESIA

En el capítulo de situaciones esperpénticas que se están dando en Ambulancias do Atlántico, merece un apartado la extraña situación personal de Carlos Simón, que después de reunirse con responsables de la Vuelta Ciclista a España el pasado miércoles en las oficinas de Mos se esfumó. Ilocalizable para el 061 e Inspección de Trabajo, lo último que se supo de él, por boca de un empresario "amigo" de Simón, "un tal José Luis", fue que "había aparecido en Cataluña, desorientado, sin saber cómo había llegado hasta allí y siendo hospitalizado por un motivo que desconocemos". Su familia llegó a presentar una denuncia por desaparición. 

Tras ese episodio que se podría calificar de fuga y amnesía, este lunes se presentó de nuevo en la sede de Ambulancias do Atlántico, sin reunir a los representantes de los trabajadores, que dicen desconocer los movimientos que está articulando mientras se suceden "situaciones surrealistas" y con la sospecha de que Simón trata de ganar tiempo con artimañas mientras busca otros empresarios con los que recapitalizarse.

"Conviene destacar que Óscar Simón García -hermano de Carlos Simón y también empresario en el mismo sector- está siendo investigado desde marzo de 2023 por los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil en el marco de una operación anticorrupción en las ambulancias catalanas por una supuesta alteración de la licitación pública en Cataluña", detallan los sindicatos en su comunicado. 
 

AL BORDE DE LA HUELGA

Los trabajadores emitieron ya un preaviso de huelga y se mantienen a la expectativa de lo que ocurrirá en los próximos días, con un calendario de movilizaciones supeditado a lo que ocurra en la reunión del miércoles, algo de lo que también dependerá una eventual desconvocatoria de la huelga.

La de Ambulancias do Atlántico es la última gota de un vaso que se llenó a lo largo de los años con titulares escandalosos en esta empresa. Por qué ahora se interviene y no antes es una pregunta que Graña resuelve por el hecho de que "el modelo está montado de esta forma: subcontratar y mirar para otro lado". La diferencia con episodios anteriores es que "la situación salpicó a la opinión pública y a los pacientes", aunque los trabajadores se encontrasen en una situación delicada en el pasado. 

Sobre la opción de hacer público un servicio como el del 061, desde el SERGAS "no quieren ni oir hablar de esa posibilidad". "Todo queda en manos de los empresarios, por tremendo que resulte. Estamos en manos de que se inyecte liquidez y podamos repostar. Dependemos de Carlos y su amigo José Luis para que el servicio tenga continuidad", lamenta Graña, que a renglón seguido considera "gravísimo" que un servicio fundamental como este "dependa de un irresponsable" con un modelo de subcontratación "que deja en manos de cualquiera este servicio".