Un bebé muere en el CHUS y la aseguradora del SERGAS es condenada a pagar 225.000 euros

El juzgado de primera instancia número 51 de Madrid ha emitido un veredicto el 29 de abril de 2024, dictaminando que la compañía aseguradora del Sergas XL Insurance Sucursal en España debe indemnizar a unos jóvenes padres de la comarca de Ordes (A Coruña) por la pérdida de su hija, quien falleció a los siete días de nacida. El fallo cifra la indemnización en 112.900 euros para cada progenitor más intereses. 

Hay que tener que la sentencia no es firme. La aseguradora tiene veinte días para recurrirla, lo que es probable que haga, dado los precendentes de casos similares.

El caso, defendido por el abogado Cipriano Castreje, especialista en este tipo de pleitos sobre supuestas negligencias médicas, afecta al servicio de neonatología del complejo hospitalario universitario de Santiago de Compostela (CHUS), acusado de negligencia en el tratamiento de la recién nacida en una demanda presentada el verano pasado.

Según las pruebas validadas por la jueza María Luisa García Moreno, la niña nació en buen estado de salud, pesando casi 3,5 kilos, pero desarrolló complicaciones después de ser ingresada en la unidad de cuidados intermedios, siendo posteriormente diagnosticada con una infección nosocomial causada por la bacteria Serratia marcescens.

Serratia marcescens es una bacteria que pertenece al género Serratia. Es un microorganismo gramnegativo, no esporulante y móvil, que se encuentra comúnmente en el medio ambiente, incluidos el suelo, el agua y las plantas. También puede ser una bacteria oportunista que puede causar infecciones en humanos, especialmente en entornos hospitalarios. Puede provocar infecciones del tracto urinario, del tracto respiratorio, de heridas y del torrente sanguíneo, entre otras.

La peligrosidad de Serratia marcescens varía dependiendo de varios factores, como la salud general del individuo, la presencia de otras enfermedades o condiciones médicas, y la susceptibilidad a los antibióticos. En personas sanas, las infecciones por esta bacteria suelen ser menos comunes y, si ocurren, tienden a ser menos graves, manifestándose principalmente como infecciones del tracto urinario o del tracto respiratorio.

Sin embargo, puede representar un riesgo mayor en entornos hospitalarios, como es el caso denunciado por este bufete, ya que puede causar infecciones nosocomiales. Estas infecciones pueden ser más difíciles de tratar debido a la resistencia a los antibióticos y a la capacidad de la bacteria para formar biopelículas en superficies médicas, lo que facilita su propagación. En este caso, los médicos suministraron antibióticos ante los primeros indicios de infección, no funcionaron, cambiaron de antibióticos pero tampoco pudieron detener el fatal desenlace. 

La sentencia respaldó los argumentos del abogado de la familia, sosteniendo que la decisión de administrar nutrición intravenosa fue errónea y contribuyó a la contaminación bacterania que condujo a la sepsis fatal. La nutrición parenteral es una forma de suministrar nutrientes directamente en el torrente sanguíneo, bypassando el sistema digestivo. Se utiliza cuando una persona no puede ingerir alimentos o absorber nutrientes adecuadamente a través del tracto gastrointestinal, ya sea temporal o permanentemente. Para realizarla se coloca un catéter intravenoso en una vena adecuada para la administración de la nutrición parenteral. Esto puede implicar la inserción de un catéter periférico en una vena del brazo o la colocación de un catéter central en una vena más grande, como la vena subclavia o la vena yugular.

También se considera probado que la niña cogió la infección en el CHUS, pues en los primeros análisis estaba sana, no había síntoma de infección. El juez recuerda que el uso de cáteres para la alimentación intravenosa puede favorecer la entrada de bacterias en el cuerpo.

La sepsis fatal, también conocida como shock séptico, es una condición médica grave y potencialmente mortal que ocurre como resultado de una respuesta inflamatoria sistémica exagerada del cuerpo a una infección. En la sepsis, el sistema inmunológico libera sustancias químicas en el torrente sanguíneo para combatir la infección, pero estas sustancias pueden desencadenar una inflamación generalizada en todo el cuerpo. Esto puede provocar una serie de síntomas graves, como presión arterial baja, dificultad para respirar, disfunción orgánica y, en casos extremos, fallo orgánico y muerte.

Como resultado del fallecimiento del bebé, la aseguradora del SERGAS fue condenada a pagar 225.800 € a los padres, junto con intereses punitivos desde marzo de 2022. La niña nació el 1 de marzo de 2021. El día 7 falleció.

Su letrado explica que los padres esperan que este veredicto evite futuros incidentes similares y lamentan la falta de información detallada sobre la atención médica recibida.