Faltan unas pocas semanas para el regreso de los escolares a las aulas y la atención en estos momentos se centra en salvaguardar la seguridad de los estudiantes. Son la franja de edad con menos vacunados y por lo tanto la más vulnerable en estos momentos, donde las nuevas variantes de la Covid-19 dejan muchos interrogantes.
Varios presidentes autonómicos, como el gallego Alberto Nuñez Feijóo y el vasco Íñigo Urkullu, llevaban días metiendo presión a Moncloa para que tomara esta decisión. De hecho, Feijóo dijo ayer que el próximo martes la Xunta anunciaría su propio criterio. El PSOE mueve ficha y logra hacerse con la foto de una medida muy popular.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades y su homólogo de Estados Unidos están a favor de relajar el uso de las mascarillas en público.
La "alta demanda" de las mascarillas y de las materias primas en el mercado internacional les obligó a tener que traer el material por avión con urgencia,"Al tener que recurrir con urgencia al transporte aéreo los precios de los transportes aumentan considerablemente.
Así lo explica una completa guía del consumidor sobre mascarillas copublicada por Dismark, una distribuidora de Santiago de Compostela, que es una de las dos empresas que se embarcaron en la aventura de Galmask, junto a la empresa viguesa de fabricación automatizada I-LEVER. Lamentablemente, la guía es muy necesaria pues la enorme demanda de mascarillas ha provocado también un aluvión de productos que se comercializan como lo que no son. CREACIÓN DE EMPLEGOSSegún informó en su día la Xunta, que apoya el proyecto, la iniciativa empresarial supuso una inversión de 600.000 euros y la 30 puestos de trabajo directos. La fábrica empezó a funcionar con las certificaciones a mediados de octubre.
Como todos sabemos, es obligatorio ponerse una mascarilla quirúrgica cuando circulamos por nuestras calles, carreteras, caminos vecinales o por cualquier otro lugar que no sean nuestros domicilios particulares.
Científicos advierten en Science, una de las revistas más prestigiosas del mundo, que la propagación del coronavirus por partículas suspendidas en el aire es mucho más frecuente de lo que se pensaba.